APRENDETE ESTAS PALABRAS SON EL NUEVO ABRACADABRA

sábado, mayo 12, 2012

Una Adorable Criatura (1979).

 

Marilyn Monroe y Truman Capote Bailan en el Morocco - 1955
28 de Abril de 1955.
Escenario: La capilla de la Universal Funeral Home, en la avenida Lexington esquina con la calle 52, en la ciudad de Nueva York. Una interesante multitud se aglomera en los bancos: celebridades procedentes, en su mayor parte, del teatro internacional, del cine, de la literatura, presentes todos para rendir homenaje a Constance Collier, la actriz de origen inglés que habia muerto el día anterior a los 75 años. Durante los últimos decenios de su vida vivió en N.Y. donde enseñaba arte dramático con un talento sin igual; en sus clases solo admitía a profesionales, por lo general , actrices consagradas que ya eran "estrellas" : Katharine Hepburn, Audrey H., Vivien Leigh , y , durante unos meses antes de su muerte, una neófita a la que la Sra. Collier, se refería como "mi problema especial", Marilyn Monroe.

La Sra.Collier habia muerto y ahi estaba yo, paseando por el vestíbulo de la Universal Chapel mientras esperaba a Marily; Habíamos quedado hablando por teléfono la noche anterior, quedando de acuerdo para sentarnos juntos durante la ceremonia. Llegó media hora tarde, siempre llegaba tarde, pero yo pensaba: !Por el amor de Dios! maldita sea, sólo por una vez! Y entonces apareció de pronto y no la reconocí, hasta que dijo...







MARILYN: ¡Vaya, cuánto lo siento, chico! Cuando estaba maquillada, pensé que quizá fuese mejor no llevar pestañas postizas, ni maquillaje, ni nada, así que me lo quité todo, y además no se me ocurría que ponerme...

(Lo que se lo ocurrió ponerse habría sido apropiado para la abadesa de un convento en audiencia privada con el papa. Llevaba el pelo enteramente oculto por un pañuelo de gasa negra; un vestido negro, suelto y largo, que en cierto modo parecía prestado; medias negras de seda apagaban el brillo dorado de sus esbeltas piernas. Con toda seguridad, una abadesa no se habría calzado unos zapatos negros de tacón alto tan vagamente eróticos como los que ella habia escogido, ni las gafas oscuras que le daban aspecto de búho y resaltaban la palidez de su piel de vainilla y leche fresca.)

T.C. : Estás muy bien.
M: (mordisqueandose un uña roida ya hasta el final): ¿Estas seguro?  Es que estoy tan nerviosa. ¿Donde está el lavabo? si pudiera ir un momentito...
T.C. : ¿Y tomarte una pastilla? No! Chitón! Ésa es la voz de Cyril Ritchard: ha empezado el elogio funebre.
(A lo largo del Servicio Marilyn no dejó de quitarse las gafas para enjugar las lágrimas que se desbordaban de sus ojos azulgrises. En ocasiones la había visto sin maquillaje , pero aquel día ofrecía una nueva experiencia visual, un rostro que yo no había observado antes, y al principio no me di cuenta de qué podría ser. Ah! se debía al sombrío pañuelo de la cabeza. Con los bucles invisibles y el cutis limpio de cosméticos, parecía tener 12 años ; una virgen pubescente que acaba de entrar en un orfanato y está llorando su desgracia. La ceremonia terminó al fin, y los asistentes comenzaron a dispersarse).
M.M. : Quedémonos aqui sentados , por favor esperemos a que salga todo el mundo.
T.C. : ¿Porqué?
M.M.: No quiero hablar con nadie. Nunca sé que decir.
T.C.: Entonces quédte ahí sentada y yo esperaré fuera. Tengo que fumar un pitillo.
M.M.: ¡No puedes dejarme sola! Dios mio! fuma aqui.
T.C.: ¿Aquí? ¿En la capilla?
M.M.: ¿Porque no?¿Que te quieres fumar?¿Un porro?
T.C.: Muy graciosa. Venga, vámonos.
M.M. : Por favor . Hay un montón de fotografos ahí fuera. Y, desde luego, no quiero que me hagan
fotografías con esta facha.
T.C. : No te lo reprocho.
M.M. : Has dicho que estaba muy bien.
T.C.: Y es cierto. Estás perfecta..., para interpretar la novia de Drácula.
M.M. : Ya te estás riendo de mí.
T.C. : ¿Tengo yo pinta de reirme?
M.M. : Te estás riendo por dentro. Y ésa es la peor risa. (frunciendo el ceño ; mordisqueandose la uña del pulgar). En realidad, podría haberme maquillado. Toda esa gente llevaba maquillaje.
T.C. : Yo tambien. A paletadas.
M.M.: lo digo en serio. Es el pelo. Necesito un tinte. Y no he tenido tiempo de dármelo. Ha sido tan inesperado... La muerte de la Sra.Collier y todo lo demás. ¿Ves? (levantó un poco el pañuelo, mostrando una franja oscura en la raya del pelo).
T.C. : ¡Pobre inocente de mí! ¡Todo este tiempo pensando que eras rubia natural!
M.M. : Lo soy. Pero nadie es así de natural. Y, de paso, que te Follen.
T.C.: Muy bien, ya ha salido todo el mundo. Así que vamos, arriba.
M.M.: Esos fotógrafos siguen ahí fuera. Lo sé.
T.C.: Si no te han reconocido al entrar, tampoco te conoceran al salir.
M.M. : Uno de ellos me reconoció. Pero me escabullí por la puerta antes de que empezara a chillar.
T.C. : Estoy seguro de que hay una entrada trasera. Podermos salir por alli.
M.M.: No quiero ver cadáveres.
T.C.: ¿Porqué habriamos de verlos?
M.M. : Esto es una funeraria. Deben de tenerlos en alguna parte... Iremos a algún sitio y te invitaré a una botella de champán.

-Comentamos cuánto nos gustaba vivir en N.Y. y cómo detestábamos L.A. (a pesar de que nací allí, sigue sin ocurrírseme nada buena de esa ciudad. Si cierro los ojos y me imagino L.A. , lo único que veo es una enorme vena varicosa)
Hablamos de actores y de actuación
M.M.: Todo el mundo dice que no sé actuar. Lo mismo dijeron de Elizabeth Taylor, y se equivocaron. Estuvo extraordinaria en "Un lugar en el Sol". Nunca conseguiré el papel adecuado, nada que me guste verdaderamente.Mi físico está en contra de mí.

T.C.: Hablamos algo más de Elizabeth Taylor, quería saber si la conocía, le dije que sí y ella me preguntó cómo era, como era en realidad, y yo contesté : pues se parece un poco a tí, es enteramente sincera y tiene una conversación ingeniosa, y Marilyn dijo que te follen, y añadió : bueno, si alguien te preguntara cómo es Marilyn, cómo es en realidad, ¿que le dirias?, y yo contesté que tendría que pensarlo.


T.C.: ¿Crees que podemos largarnos ya de aquí? Me prometiste champán, ¿recuerdas?
M.M.: Lo recuerdo. Pero no tengo dinero.
T.C.: Siempre llegas tarde y nunca llevas dinero. ¿Es que por casualidad te figuras que eres la reina Isabel?
M.M.:¿Quien?
T.C.: La reina Isabel. la reina de Inglaterra.
M.M.: (frunciendo el ceño): ¿Que tiene que ver con esto esa gilipollas?
T.C. : La reina Isabel tampoco lleva dinero nunca. No se lo permiten. El vil metal no debe manchar la real palma de su mano. Es una ley o algo parecido.
M.M. : Ojalá aprobaran una ley como ésa para mí.
T.C.: Sigue así y quizá lo hagan.
M.M.: pero entonces, ¿como paga las cosas? Cuando va de compras, por ejemplo.
T.C. : Su dama de compañía la sigue con un bolso lleno de calderilla.
M.M. : ¿Sabes una cosa? Apuesto a que todo se lo dan gratis. A cambio de concesiones.
T.C. : Es muy posible. No me sorprendería nada. Proveedor de la Real Casa. Perros galeses. Todas esas golosinas de Fortnum&Mason. Hierba.Condones.
M.M.: ¿Para que querría ella condones?
T.C. : Para ella no, boba. Para ese tipo que la sigue a dos pasos. El principe Felipe.
M.M.: Ah sí. Ese es un encanto. Tiene aspecto de tener un buen aparato. ¿Te conté alguna vez lo de aquella ocasión en que vi a Errol Flynn sacársela de repente y empezar a tocar el piano con ella?. Oh! vaya! ya hace 100 años de eso, yo acababa de emepzar como modelo, fui a una estúpida fiesta y ahí estaba Errol, tan orgulloso de sí mismo, se sacó el cipote y tocó "You are my Sunshine". Imaginaté! todo el mundo dice que Milton Berle tiene el chisme más grande de Hollywood. Pero, ¿a quien le importa? oye, ¿no tienes nada de dinero?
T.C.: Unos 50 dólares, quizá
M.M.: Bueno, eso nos llegará para un poco de champán.








T.C. : Estoy preparado para invitarte a champán.
(Terminamos en un restaurante chino de la Segunda Avenida, desierto y con muchos adornos. Pero tenía un bar bien provisto y pedimos una botella de Mumm´s ; nos lo sirvieron sin enfriar y sin cubo, asi que lo bebimos en vasos largos con hielo. )

M.M: Es divertido esto. Como rodar exteriores, si es que a uno le gustan los exteriores. Cosa que desde luego a mí no me gusta nada. Niágara. Uff ! Que horror!

T.C. : Cuentamé lo de ese amante secreto.
M.M. : (Silencio)
T.C. : (Silencio)
M.M.: Tú conoces a muchas mujeres. ¿Cual es la más atractiva que conoces?
T.C.: Barbara Paley, sin duda, indiscutiblemente.
M.M.: (frunciendo el ceño) ¿Es esa a la que llaman "Babe"? desde luego, a mi no me parece ninguna niña. La he visto en Vogue y demás. Es tan elegante... Encantadora. Sólo con mirar fotografías de ella me siento como una fregona.
T.C.: A ella le divertiría oir eso. Está muy celosa de ti.
M.M.: ¿Celosa de mi? ya estas otra vez tomandome el pelo.
T.C. : Nada de eso. Está celosa.
M.M.: Pero, ¿Porqué?
T.C. : Porque una periodista, Kilgallen, creo, escribió un eco de sociedad que decía algo así: "Corre el rumor de que la Sra. DiMaggio se reúne con el más encumbrado magnate de la televisión, y no para hablar de negocios". Pues bien, ella leyó el articulo, y se lo creyó.
M.M.: ¿Que se creyó?
T.C.: Que su marido tiene un asunto contigo...
M.M. : Pero eso es una estupidez. No conozco a ese tipo.
T.C. : Vamos! Vamos! ¡Sé sincero conmigo! Ese amante secreto tuyo... Es William S. Paley?
M.M. : No! es un escritor.
T.C. : Eso está mejor, ya vamos llegando a alguna parte, debe ser un ganapán, si no, no te daría vergüenza decirme como se llama!.
M.M. : (furiosa, Frenética) ¿que quiere decir la ese?
T.C. : ¿Que ese?
M.M. : La ese De William S. Paley.
T.C. : Ah, esa ese, no creo que signifique nada. La ha debido poner para darse tono.
M.M.: ¿Es solo una inicial que no representa ningún nombre? ¡Dios mio! El Sr.Paley debe de sentirse muy inseguro.
T.C.: Tiene muchos tics. Pero volvamos a nuestro misterioso escriba.
M.M. : ¡Callate! No lo entiendes. Tengo mucho que perder.
T.C.: Camarero, otra botella de Mumm´s, por favor.
M.M.: ¿Estás tratando de tirarme de la lengua?
T.C.: Sí. Te propongo una cosa. Haremos un trato. Yo te contaré una historia y, si la encuentras interesante, quizá podamos hablar luego de tu amigo escritor.
M.M.: (tentada pero reacia): ¿De qué trata tu historia?
T.C.: De Errol Flynn.
M.M.: (Silencio).
T.C. : (Silencio).
M.M. : (odiandose asi misma) : Vale, empieza.
T.C. : ¿Recuerdas lo de E.F. y lo orgulloso que estaba de su cipote? Puedo garantizarlo. Una vez pasamos una agradable noche juntos. ¿Me comprendes?.
M.M. : Te lo estas inventando, me quieres engañar.
T.C. : Palabra de honor. Estoy jugando limpio. (Silencio; pero veo que ha picado , así que tras encender un pitillo...)
M.M. : ¿Y que puntuación le darías? en una escala de uno a diez.
T.C. : Francamente , si no hubiera sido Erroll F. no creo que lo hubiese recordado..
M.M. : No es una historia maravillosa. No vale lo que la mía; ni por asomo.

T.C.: Se cual es la maravilla que ocultas. Arthur Miller. (Bajó sus gafas oscuras: ¡cielos!, si las miradas mataran, uff! ) lo adiviné en cuanto dijiste que era escritor.
M.M. : (balbuceando) Pero ¿Como?Quiero decir, nadie..., quiero decir, casi nadie...
T.C. : Hace 3 años, por lo menos, o 4 , Irving Drutman...
M.M. : ¿Invirng qué?.
T.C.: Drutman. Es un redactor del Herald Tribune. Me contó que andabas tonteando con Arthur Miller. Que estabas colada por él. Soy demasiado caballero para haberlo mencionado.
M.M.: ¡Caballero! ¡Un Cabrón! (Balbuceando de nuevo, pero con las gafas oscuras en su sitio). No lo entiendes. Eso fue hace tiempo. Aquello terminó. Pero esto es nuevo. Ahora todo es distinto, y..
T.C. : Que no se te olvide invitarme a la boda.
M.M. : si hablas de esto, te mato, Haré que te liquiden. Conozco un par de tipos que me harían gustosos ese favor...
T.C. : No lo pongo en duda ni por un momento.
(Por fin llegó el camarero con la segunda botella)
M.M. : Dile que se la vuelva a llevar. No quiero más. Quiero largarme de aquí.
T.C.: Siento haberte molestado.
M.M.: No estoy molesta.

(Pero lo estaba. Mientras pagaba la cuenta, fue al toilette. Deseé tener conmigo un libro para leer: sus visitas al toile-tte a veces duraban tanto como la preñez de una elefanta. Mientras pasaba el tiempo, me puse a pensar si estaría tomando píldoras tranquilizantes o estimulantes. Tranquilizantes, sin duda. Había un diario en el bar. Lo tomé. Estaba escrito en chino. Después de unos veinte minutos, decidí investigar. A lo mejor se había tomado una dosis letal, o cortado las muñecas. Encontré el baño de damas y llamé a la puerta. Dijo: “Pasa”. Estaba frente a un espejo mal iluminado. Pregunté: “¿Qué estás haciendo?”. Ella contestó: “Mirándola”. En realidad, se estaba pintando los labios color rubí. Además, se había quitado el pañuelo de la cabeza y peinado ese pelo brillante y finito que tenía.)




M.M.: Espero que te quede bastante dinero.
T.C.: Depende. No como para comprar perlas, si es tu idea de hacer las paces.
M.M.: (riendo, nuevamente de buen humor. Decidí no volver a mencionar a Arthur Miller): No. Para un viaje en taxi, nada más.
T.C.: ¿Adónde vamos, a Hollywood?
M.M.: Diablos, no. A un lugar que me gusta. Ya verás cuando lleguemos.
(No tuve que esperar tanto, pues no bien subimos al taxi, oí que le decía que nos llevara al muelle de la calle South, y pensé: “¿No es allí donde se toma el ferry para Staten Island?”. Y mi conjetura fue: tomó píldoras además del champagne, y está loca ahora.)
T.C.: Espero que no vayamos a tomar un barco. No llevo dramamine encima.
M.M.:(feliz, riendo): Vamos al muelle, nada más.
T.C.: ¿Puedo preguntar por qué?
M.M.: Me gusta. Huele a otro país, y puedo dar de comer a las gaviotas.
T.C.: ¿Qué les darás? No tienes nada.
M.M.: Sí, tengo la cartera llena de bizcochitos chinos. Los robé del restaurante.
T.C. (haciendo una broma): Sí, sí. Mientras estabas en el baño abrí uno, y el papelito de adentro era un chiste verde.
M.M.: Por Dios. ¿Obscenidades en vez del porvenir?
T.C.: Seguro que a las gaviotas no les importará.
(Pasamos el Bowery. Tiendas diminutas de empeño, estaciones de donación de sangre, cuartos con camas por cincuenta centavos, pequeños hoteles sórdidos de alojamiento por un dólar, bares de blancos, bares de negros y por todas partes vagos, vagos jóvenes, ancianos vagos en cuclillas sobre la vereda sentados en medio de vidrios rotos y de vómitos, vagos apoyados contra las puertas y acurrucados como pingüinos en las esquinas. En una oportunidad, al detenernos ante una luz roja, un espantapájaros de nariz roja avanzó tambaleándose hacia nosotros y empezó a limpiar el parabrisas del taxi con un trapo húmedo que aferraba su temblona mano. Nuestro conductor protestó, gritando obscenidades en italiano.)
M.M.: ¿Qué es esto? ¿Qué pasa?
T.C.: Quiere una propina por limpiar el vidrio.
M.M. (cubriéndose la cara con la cartera): ¡Qué horrible! No lo aguanto. Dale algo. Apúrate. ¡Por favor! (Pero ya el taxi partía, derribando casi al viejo borracho. Marilyn lloraba.) Estoy descompuesta.
T.C.: ¿Quieres irte a casa?
M.M.: Se ha arruinado todo.
T.C.: Te llevaré a casa.
M.M.: Espera un minuto. Ya estaré bien.



(Así seguimos hasta la calle South; ya allí, el ferry anclado, la vista de Brooklyn del otro lado, las gaviotas que revoloteaban y se divertían, blancas contra el horizonte marino y el cielo veteado de vellones de nubes, diminutas y frágiles como encaje, pronto tranquilizaron su espíritu. Al bajar del taxi vimos a un hombre que llevaba a un perro chino de una correa. Era un pasajero que se dirigía al ferry. Al pasar junto a él, mi compañera se detuvo a acariciar el perro.)

EL HOMBRE (firme y poco amistosamente): No debería tocar perros desconocidos. Especialmente a éstos. Podrían morderla.
M.M.: Los perros nunca me muerden. Sólo los humanos. ¿Cómo se llama?
EL HOMBRE: Fu Manchu.
M.M. (riendo): Oh, como en el cine. Qué amor.
EL HOMBRE: Usted, ¿cómo se llama?
M.M.: ¿Yo? Marilyn.
EL HOMBRE: Eso pensé. Mi mujer no me creería. ¿Me puede dar su autógrafo?
(Sacó una tarjeta y una lapicera. Utilizando su cartera como apoyo, ella escribió: Que Dios lo bendiga – Marilyn Monroe).
M.M.: Gracias.
EL HOMBRE: Gracias a usted. Voy a mostrar esto en la oficina.
(Seguimos hasta el borde del muelle, donde nos pusimos a escuchar el ruido del agua.)
M.M.: Yo solía pedir autógrafos. Todavía lo hago, a veces. El año pasado vi a Clark Gable sentado cerca de mí en Chasen, y le pedí que me firmara la servilleta.
(Apoyada contra un poste de amarras, la observé, de perfil: Galatea oteando las distancias no conquistadas. La brisa le esponjaba el pelo. Volvió la cabeza hacia mí con gracia etérea, como si la hiciera girar la brisa.)
T.C.: ¿Cuándo alimentamos los pájaros? Yo también tengo hambre. Es tarde, y no almorzamos.



M.M,: Recuerda, te dije que si alguna vez te preguntaran cómo era yo, cómo era, en realidad, Marilyn Monroe, ¿cómo contestarías esa pregunta? (Su tono era juguetón, burlón, sin embargo sincero al mismo tiempo: quería una respuesta honesta): Apuesto a que dirías que era una palurda.
T.C.: Por supuesto, pero también les diría…
(Ya se iba la luz. Ella parecía desvanecerse con la claridad, mezclarse con el cielo y las nubes, retroceder y ocultarse detrás. Yo quería alzar la voz por encima de los gritos de las gaviotas y preguntarle: “Marilyn, Marilyn, ¿por qué todo tuvo que salir así? ¿Por qué la vida tiene que ser tan terrible?”)
T.C.: Yo diría…
M.M.: No te oigo.
T.C.: Diría que eres Una Adorable Criatura.



*


"Una Adorable Criatura" Es uno de los interesantes y geniales capitulos del libro "Retratos" de Truman Capote. Aunque creo que tambien está incluido en "Música para camaleones" pero yo lo leí en "Retratos".  

A: CINEXIM (2/3).

15 comentarios:

Mariluz GH dijo...

Una auténtica diosa...

un abrazo :)

GEORGE dijo...

...hablamos de actores y actuación ['Todo el mundo dice que no sé actuar. Lo mismo dijeron de Elizabeth Taylor, y se equivocaron. Estuvo extraordinaria en Un Lugar En El Sol. Nunca conseguiré el papel adecuado, nada que me guste verdaderamente. Mi físico está contra mí']; hablamos algo más de Elizabeth Taylor, quería saber si la conocía, le dije que sí y ella me preguntó cómo era, cómo era en realidad...

Henry D BVille dijo...

Mariluz: Me alegro que te guste!
En cuanto pueda toco en tu timbre!

Besotes!.

H. (W.D.B.)


George: Corregido! y darte las gracias por el aviso, en elaborar la entrada tardé varios días y volvía en otra ocasión y es evidente que se me pasaron detalles. Eso quiere decir tambien que lo has leido al completo, de nuevo gracias(pensé que de tan largo harian como yo, leerlo en partes)
Y desearte la bienvenida a Manderley!
Saludos!

H. (W.D.B.).

Maribel dijo...

He leído el libro y me gustó mucho. Capote escribe muy bien con una sencillez engañosa porque el decía que le había costado muchas horas de práctica. Además el libro está lleno de cotilleos jugosos. Errol Flynn?!

David dijo...

Hacía años que no había vuelto a leer esto (bueno, no lo he leído entero; lo he dejado en Pero lo estaba. Mientras pagaba la cuenta...

Yo lo leí en Música para Camaleones, sí. Me perdieron el libro, pero descargué esa misma edición.
No recordaba que dijeran algo como cipote, y en esa traducción dicen que Errol estaba orgulloso de su picha (Ja,ja).
Tampoco recordaba que lo del piano hubiera aparecido en este retrato.
De todas formas, la parte que más me gustó de este libro (el de Música, no el de Retratos, que aún no he leído) fue el relato "Ataúdes tallados a mano".
Me encanta la última foto.
Un abrazo.
PD: Voy a la entrada de arriba.

CINEXIM dijo...

Cuando pusiste la entrada me dio terror pensar que en alguna edición diferente a la mía pudiera faltar algún extracto. La verdad es que imaginarás que el fragmento que más me gusta es precisamente éste. Lo cierto es que hay muchas fotos de Liz con Warhol, pero no me suena ninguna con Capote, ni tan siquiera en la época del Studio 54.

Una Adorable Criatura aparece en Música Para Camaleones. Sin embargo quería comentarte que el retrato a Tennessee Williams aparece ligeramente diferente creo que es en Conversaciones Íntimas Con Truman Capote-que David conoce bien.

¿Es en Música Para Camaleones donde había una entrevista también a Charles Manson?

+♥♥

William De Baskerville dijo...

Maribel: A mi me encantó, recuerdo que me lo leí sentado en unos bancos que encontré (hace unos años) que tienen un entre luz-penumbra y de frente el mar, y disfruté creo que el doble. Vamos, la depre se me pasó :D.

Me encanta como escribe, te puedes imaginar todo como si tu estuvieses en ese momento de observador alli mismo.

Seguro que con tu pregunta el te contestaria: Sssi querida! Erroll Flynnnn!

Saludos!.

William De Baskerville dijo...

David: Música para camaleones lo tengo en "pendientes" , Odio esa momento en que el ser amable y generoso prestando un libro acaba con un "no lo encuentro"(por parte del agraciado-a) o peor aún, (nunca lo vuelves a ver, ni a el, ni el libro). Yo, para prestar un libro ya... tengo que estar muy enamorado vamos, jajajja!.

Si, en este se pronuncia asi, a mi me llamó la atención.
A mi tambien me chocó lo de la historia del piano!! de que Marilyn estuviese en esa fiesta, no sé, es más, hasta creí que era una de esas leyendas de Hollywood.

Tiene algo esa foto de sincera y natural , aunque tiene un punto misterioso que inquieta.

Abrazos!

William De Baskerville dijo...

CNXM: Pues, parece ser que cambian algunas palabras(como nos dice David), pero siguen siendo la historia completa.
Yo no recuerdo tampoco ver alguna con Liz y sin embargo si hay escritos sobre ella y de manera personal, con confianza vamos.

En Retratos, tambien aparece un pequeño capitulo "Recordando a Tennessee" escrito en 1983.

Si, ahora me has recordado una entrada que hizo David.

Ni idea lo de C.M., como le comentaba a David, lo tengo en "pendientes" todavia.

RBSS! Hasta pronto!.

CINEXIM dijo...

En cuanto tenga tiempo busco lo de Williams!!!! Musica Para Camaleones siempre ha sido mi Capote favorito. Lo del cambio de palabras a que se refiere David es debido a que el mismo fragmento aparece publicado en dos libros diferentes, traducido por dos personas diferentes, pero pertenecientes a la misma editorial al menos en España (Anagrama).


Sigo↓

William De Baskerville dijo...

Yo tambien, pensando ayer noche en lo que hablamos llegué a eso, que lo habian traducido dos personas diferentes.
Si, mi edición es de Anagrama , color rojo y la foto primera que he puesto.
Busca lo de Williams, yo tendria que leerme el libro de nuevo al completo, recuerdo que me gustó, y esta vez solo leí esta parte de la entrada.

CINEXIM dijo...

Me hice hace poco con una página web que vende libros de 2ª mano para conseguir Música Para Camaleones y Plegarias Atendidas en la edición color crema de Anagrama. Son libros que en su momento regalé a un ex. Me quedé luego sin novio y sin libros!!!

↓Sigo↑

William De Baskerville dijo...

Si es que un libro que te guste a ti no debes regalarlo, los libros te acompañaran siempre!. (bueno, es un poco egoiste de chanel, pero creo que tenemos porqué decirlo.)

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

"Una adorable criatura" yo lo leí en "Música para Camaleones", es verdad que es donde originariamente está.

"Retratos" es una reunión de semblanzas y escritos que en realidad Capote no escribió como obra aparte individual en su momento: Porsupuesto que son textos suyos, pero refundidos ó sacados de varias obras: Es una promoción editorial, por llamarlo así, ó éso creo: Pero no dejan de ser maravillosos textos suyos.

El texto de Marilyn "Una adorable criatura" es total: Todo "Música para camaleones" es total, y tiene momentos únicos. Y además es un texto novelado, basado en momentos y paseos reales de los dos, por lo visto: Obviamente como mucha gente, Marilyn, cuando se enteró y lo leyó, se cogió un cabreo tremendo y dejó de hablarle. No llegó al extremo de Marlon Brando, que le quiso hasta matar físicamente, pero a Marilyn le molestó especialmente una frase un poquito escatológica, que Capote empezó a contar, y creo que llegó a escribir. La frase era más o menos:
"Me gusta bailar desnuda delante del espejo, y ver cómo me saltan las tetitas".
Es un poco fuerte, y Capote tenía una lengua viperina el pobre, al final es que le dejó de hablar todo el mundo...Pero era un completo genio escribiendo.

Es un texto maravilloso. Lo había leído hace mucho, varias veces. Y había visto la primera foto de Truman con Marilyn, pero las otras, creo que no.
Totalmente geniales los dos. Marilyn un poco más inocente y más buena, eso sí.
¡Besotes!

Marcos Callau dijo...

Estupenda entrada, William. Hace poco escribí un artículo para el blog de Sinatra sobre la relación de éste con la adorable Marilyn. Desde luego, fue una mujer irrepetible. Un abrazo.